Maldivas: crónica de un viaje necesario

Maldivas: crónica de un viaje necesario Un poco más y cancelo. No estaba yo in “ the mood for love ”, contradiciendo a Erroll Garner, hostiando las teclas de su piano. Percances médicos familiares, guerras en todas partes, demasiado trabajo por hacer y encima una previsión de olas nada asequible para mi nivel chusquero de surfer mediterránea. Y para más INRI, daban tormentas eléctricas cada día alrededor de Malé. Visualicé toda una semana haciendo sudokus a bordo, drogada de biodraminas y Budweisers calientes, y un poco más y llamo al 112 para que vinieran a retirarme el pasaporte. Y pese a estas expectativas tan terroríficas, cargué mis anti-ilusiones y la tabla de surf y me fui al aeropuerto. En la cola del check in ya encontré a un vasco de la expedición y después de los controles de seguridad teníamos que encontrarnos con dos chicos canarios. Los bestias, sin embargo, en vez de enviarnos un selfie para identificarlos mejor, capturaron la imagen de dos qataríe...